Estaba en Facebook, cuando aparece esta nota entre las notificaciones de hoy, que por cierto, me pareció una idea genial. Se nota que a la autora del artículo también le pareció una idea estupenda.
Grenoble, la capital de los Alpes franceses, ha tenido una idea que ojalá el resto de ciudades también lleven a cabo (soñar es gratis, todavía). Han sido tan inmensamente inteligentes, creativos e imaginativos, que en ciertos lugares donde es obligado esperar (por ejemplo en la parada de un autobús, en el metro, etc.) han ido colocando dispensadores de literatura, y lo mejor de todo, ¡gratis! ¡Cómo lo oyes…! (o mejor dicho, como lo lees). Christophe Sibieude, la co-fundadora de la start-up local Short Edition dijo lo siguiente para Agence-France Presse: “La idea nos vino al fijarnos en una máquina dispensadora de chocolatinas y latas de bebida. Nos preguntamos si no sería posible hacer lo mismo con máquinas que ofrecieran algo de buena literatura para ocupar los tiempos de espera.” Grenoble, es también popularmente conocida, por su alta tasa de criminalidad. Lo que intentaron con estas máquinas, además de entretener en los tiempos muertos, es potenciar la lectura y hacer de Grenoble una ciudad más conocida por su alto nivel cultural, que por su altos niveles en delincuencia. ¿Lo conseguirán? Lo ignoramos y el tiempo lo dirá. Lo que sí sabemos es que los apasionados por la lectura de la ciudad son un poquito más felices ahora.
Sería interesante ver qué otras iniciativas cómo estas existen alrededor del mundo. En México, por ejemplo, Librerías Gandhi realizó un proyecto en pro al fomento a la lectura, que consistía en lo siguiente:
Origen: Dispensadores de literatura en las calles de Grenoble
¡qué buena idea!
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Sí!, imagínate 😀
Me gustaLe gusta a 1 persona